Desde la Fundación Acogida tenemos el convencimiento de que solos, tal vez, vamos más deprisa, pero juntos, llegamos más lejos. El trabajo en red ofrece posibilidades, pero presenta desafíos.
Podemos imaginar una red como una malla simbólica tejida con puntos de conexión para servir de sostén y apoyo cuyos nudos traspasan la fuerza y la seguridad.
Este auge del trabajo en red no solo se observa en la práctica cotidiana de los profesionales, sino en las políticas sociales y legislaciones actuales. Todas ellas apelan, en algún momento, al “trabajo en red”, “colaboración entre entidades”, “mecanismos de coordinación” como ejemplos de buenas prácticas y como la forma más eficiente de proveer a la ciudadanía servicios de calidad.
Tenemos la necesidad de mejorar el modelo de intervención social, con el doble objetivo de atender las situaciones de vulnerabilidad de una manera más integral donde la persona a la que se ayuda es protagonista de su propio cambio, antes de que se produzca el agravamiento y/o cronicidad de las dificultades y utilizar los recursos de forma eficiente evitando generar situaciones de dependencia crónica de las ayudas.
Esto requiere de un sistema que integre, de manera racional, las iniciativas públicas junto a las privadas, en un sistema más operativo, ágil y eficiente, organizando la información, los recursos, las respuestas y los aprendizajes.
Por todo esto, convocamos una reunión el 26 de enero con algunas entidades sociales que trabajan en la Comunidad de Madrid con familias vulnerables y especialmente con mujeres embarazadas y/o con hijos a cargo. La acogida de la propuesta ha sido muy buena. La Directora General de Infancia, Familia y Fomento de la Natalidad de la CAM, a la que invitamos, no pudo acompañarnos, pero en su lugar asistió a la reunión Dª. María Dolores Pastor de los Santos, Subdirectora General de Infancia y Adolescencia que amablemente nos escuchó y nos dio alguna información interesante para nuestra relación con la administración pública. Pudimos compartir entre las veinte entidades que acudieron, las necesidades principales que tenemos en la atención a estas familias y se hicieron propuestas de coordinación y trabajo común para mejorar la ayuda que prestamos a nuestras familias.
Como conclusión decidimos reunirnos trimestralmente para continuar nuestro trabajo con algunos compromisos como realizar una base de datos de entidades actualizada con información de la entidad y
el perfil de beneficiarios y una posible herramienta donde compartir la información de plazas disponibles.
Creo que es el inicio de un precioso camino que esperamos que nos lleve lejos en el acompañamiento a estas mujeres y sus hijos.
